Sra. Rodriguez Veve:
Dado su empeño en pretender tomar decisiones en los cuerpos de otras mujeres mediante el Proyecto del Senado 693, me he dado a la tarea de investigar con detenimiento sus expresiones públicas frente a su gestión legislativa. Yo puedo entender perfectamente que muchas personas no vean como mejor opción el aborto como la manera de manejar un embarazo, y de hecho, cuando se habla de la «opción» de la mujer a decidir sobre su cuerpo, no quiere decir que quienes defiendan la legislación existente a partir de Roe vs Wade, sean «pro-aborto» como muchas personas dicen, si no que se apoya que las decisiones sobre un embarazo las tome la propia mujer embarazada, y no el Estado, o la sociedad tomando como parámetro marcos religiosos.
Yo no opino sobre la decisión de una mujer sobre su embarazo, pero creo que el aborto debería ser la última alternativa a considerarse, asi que no pueden acusarme de «pro-aborto» como algunas personas me han etiquetado. Soy de los que cree que el sistema debe facilitar la posibilidad de que una mujer pueda sentirse segura de que si decide continuar un embarazo, va a ser apoyada por el sistema en el que está insertada. De la misma manera creo que si queremos evitar abortos, debemos trabajar en la educación de nuestra sociedad a la equidad entre los géneros, que a su vez redunda en la equidad al acceso al poder y al poder económico de las mujeres. Si queremos que las mujeres no tengan que recurrir a los abortos, tenemos que educarlas al igual que a los hombres, sobre los métodos de prevención, sobre educación sexual, tener accesible métodos de evitar embarazos, y sobre todo, que la mujer se empodere totalmente de su sexualidad y no sea un objeto sexual del hombre.
A esto tenemos que añadirle el que si una mujer pobre, o una mujer trabajadora, decide continuar con un embarazo, el Estado provea herramientas para que esta pueda continuar con su vida, su trabajo, su desarrollo como individuo, sin que ese embarazo sea un obstáculo para esto, como regularmente es en la vida de los hombres que se convierten en padres. Para que esto sea así hay que crear legislación que ayude a las madres trabajadoras, que facilite el cuidado de los niños mientras ella trabaja, que le facilite su situación económica, y que le ayude en los servicios de salud para ella, y para su criatura como puede tenerlo cualquier otra persona.
Dada sus posturas con relación a este asunto y el Proyecto de Ley 693, me tomé el tiempo de revisar su historial legislativo en este periodo de un año en el que ha sido senadora del Senado de Puerto Rico y sus expresiones públicas. Una de las cosas que me encontré es que muchas de sus expresiones públicas que han copado su aparición en los medios, están precisamente ligadas al ataque de los derechos de las mujeres, y sobre todo a las protecciones que se han pretendido realizar mediante legislación u órdenes ejecutivas. O sea, que en ese aspecto, podríamos decir que usted principalmente ha dificultado o puesto trabas al hecho de ser una mujer en Puerto Rico, en asuntos de violencia de género, y en el acoso callejero.
Si vamos a su gestión legislativa, nos vamos a dar cuenta de que es una raquítica, donde usted en todo este periodo de un año ha presentado muy poca legislación de su autoría comparada con otros legisladores, incluída por ejemplo la Senadora Marilu Sant quien es la Senadora con más legislación presentada.
Ya cuando entramos a su legislación nos damos cuenta, que además de mínima y pobre, no presta atención a asuntos que podrían facilitar la vida de una mujer que decida continuar con un embarazo. Los proyectos de ley sometidos por usted que podrían estar relacionados con el tema son los Proyectos del Senado 350, 495 y 500. Fuera de eso, de acuerdo a la página oficial del Senado no aparece ningún otro Proyecto bajo su nombre que ayude a que una mujer que decida continuar con un embarazo tenga protecciones o que se le facilite el proceso. O sea, usted, que tiene el poder de luchar porque se cree legislación para evitar que mujeres pobres tengan que abortar, no hace ninguna gestión para esto, y la poca que hace, está relacionado con los procesos de adopción, o sea, que la mujer tenga a la criatura bajo las condiciones que sean, y que después la de en adopción.
Sus palabras, sus acciones, y sobre todo su legislación desde su puesto en el Senador como Senadora, no son compatibles con una persona que realmente quiere que las mujeres no tengan que recurrir a un aborto, porque usted tiene una posición de poder donde podría ayudar a que la vida de una mujer pobre que decide continuar con un embarazo sea más fácil, pero decide no hacerlo. Me atrevería decir que hace todo lo contrario, cuando ataca organizaciones con Proyecto Matria, que si luchan por facilitar el acceso a servicios a mujeres pobres sin poder económico.
La reto a que públicamente explique como usted va a ayudar a que mujeres pobres que decidan continuar con un embarazo puedan estar seguras de que van a ser protegidas por usted y su gestión legislativa. Una cosa es hablar desde el privilegio económico y de poder en el que vive usted, y otra es la realidad de una mujer pobre, maltratada, y en muchas ocasiones menores de edad, y con problemas emocionales, para poder continuar un embarazo. Los abortos van a continuar, pero el Proyecto del Senado 693 va a condenar a esas mujeres pobres que no van a poder costear una aborto a poner sus vidas y salud en peligro para detener ese embarazo que no pueden ni están preparadas para continuar.
Atentamente,