LOS HOMBRES TAMBIÉN SON VÍCTIMAS DEL MACHISMO: REFLEXIONES SOBRE ROLES DE GÉNERO

El machismo y los roles de género no discriminan género. Si bien es cierto que históricamente las mujeres han sido las principales víctimas de estas estructuras sociales, no podemos pasar por alto que los hombres también sufren las consecuencias de estas normas rígidas impuestas por la sociedad.

Es común escuchar a muchas mujeres expresar frases como «todos los hombres son iguales», pero ¿alguna vez nos hemos detenido a reflexionar sobre por qué algunos hombres actúan de ciertas maneras en sus relaciones? Muchos de ellos también son víctimas de las mismas normas patriarcales que oprimen a las mujeres. Cuando las relaciones no funcionan, algunos hombres se encuentran atrapados en un ciclo de victimización, influenciados por conductas aprendidas y sus propias decisiones.

Es preocupante observar cómo algunos hombres buscan refugio en «influencers» y memes que atacan a las mujeres que no se ajustan a los roles de género tradicionales. Se convierten en héroes para aquellos que se sienten perdidos en un mundo donde las expectativas sociales dictan cómo deben comportarse según su género. Estas actitudes solo perpetúan la división de género y alimentan un ciclo de desigualdad.

Es fundamental que tanto hombres como mujeres reconozcan que sus relaciones están influenciadas por estructuras de poder establecidas por una sociedad heteronormativa y cisgénero. La presión para cumplir con ciertos roles de género afecta negativamente la dinámica de las relaciones, contribuyendo al alarmante índice de divorcios en matrimonios heterosexuales, que supera el 50%.

También es crucial entender que no todas las relaciones son para toda la vida. Es importante identificar cuándo una de las partes ya no quiere estar en la relación y romper por lo sano, para que cada una de las partes pueda rehacer su vida con otra persona si así lo desea. El problema radica en las ideas heteronormativas del «felices para siempre», que nos atan a relaciones que hace tiempo que ya no funcionan.

Es hora de desafiar activamente estas normas de género obsoletas y crear relaciones basadas en la igualdad y el respeto mutuo. Todos debemos trabajar juntos para construir una sociedad donde los roles de género no dicten nuestro comportamiento, sino donde la autenticidad y la diversidad sean celebradas. Solo entonces podremos avanzar hacia relaciones más saludables y equitativas para todos.

MEN ARE ALSO VICTIMS OF MACHISMO: REFLECTIONS ON GENDER ROLES

Machismo and gender roles do not discriminate by gender. While it is true that historically women have been the primary victims of these social structures, we cannot overlook that men also suffer the consequences of these rigid norms imposed by society.

It is common to hear many women express phrases like «all men are the same,» but have we ever stopped to reflect on why some men act in certain ways in their relationships? Many of them are also victims of the same patriarchal norms that oppress women. When relationships do not work, some men find themselves trapped in a cycle of victimization, influenced by learned behaviors and their own decisions.

It is worrying to observe how some men seek refuge in «influencers» and memes that attack women who do not conform to traditional gender roles. They become heroes for those who feel lost in a world where social expectations dictate how they should behave according to their gender. These attitudes only perpetuate gender division and fuel a cycle of inequality.

It is essential for both men and women to recognize that their relationships are influenced by power structures established by a heteronormative and cisgender society. The pressure to fulfill certain gender roles negatively affects the dynamics of relationships, contributing to the alarming divorce rate in heterosexual marriages, which exceeds 50%.

It is also crucial to understand that not all relationships are meant to last a lifetime. It is important to identify when one party no longer wants to be in the relationship and to break up amicably, so that each party can rebuild their life with another person if they so desire. The problem lies in the heteronormative idea of «happily ever after,» which ties us to relationships that have long ceased to function.

It is time to actively challenge these outdated gender norms and create relationships based on equality and mutual respect. We must all work together to build a society where gender roles do not dictate our behavior, but where authenticity and diversity are celebrated. Only then can we move towards healthier and more equitable relationships for everyone.

«NAYIB BUKELE: EL POPULISTA AUTOCRÁTICO DE EL SALVADOR»

En el panorama político latinoamericano, Nayib Bukele ha emergido como una figura controvertida que ha ganado la atención internacional. A primera vista, algunos pueden encontrar atractivo su enfoque populista y su discurso enérgico. Sin embargo, es crucial mirar más allá de la superficie y considerar el contexto completo para entender las implicaciones de su liderazgo.

Bukele ha sido elogiado por su capacidad para reducir la tasa de homicidios en El Salvador. Sin embargo, las críticas sobre cómo logró este descenso son preocupantes y plantean dudas sobre la legitimidad de sus métodos. Se ha señalado que su gobierno ha llevado a cabo «negociaciones» con grupos delictivos, lo que cuestiona la transparencia y la ética de su enfoque en la lucha contra la criminalidad.

Es importante destacar que la disminución de homicidios que presenta el Gobierno no refleja la totalidad de la realidad de la criminalidad en El Salvador. Hay homicidios que tienen que ver con la violencia social, la violencia de pareja, la intolerancia y crímenes sentimentales que no se registran en las cifras oficiales. Estos actos de violencia a menudo quedan fuera de las estadísticas de combate a la criminalidad, lo que genera una visión incompleta de la situación.

Una de las principales preocupaciones es el manejo de cuestiones de derechos humanos y de igualdad. A pesar de su apoyo inicial a la comunidad LGBTQ+, Bukele ha dado un giro al oponerse al matrimonio igualitario, utilizando argumentos religiosos y conservadores. Esta contradicción en su postura muestra una tendencia a acomodar su discurso según lo que considere políticamente conveniente en el momento, en lugar de mantener una posición coherente basada en principios.

Además, la utilización de las fuerzas militares para ejercer presión y su inclinación a mezclar la Iglesia con el Estado plantean serias dudas sobre la separación de poderes y el respeto a las instituciones democráticas. Su retórica de que «Dios está de su lado» es un recordatorio inquietante de líderes autoritarios que han utilizado la religión para consolidar su poder y restringir las libertades individuales.

Otro aspecto problemático es su control familiar en el gobierno. Aunque oficialmente sus hermanos no tienen cargos públicos, numerosas fuentes afirman que desempeñan un papel crucial en la toma de decisiones, lo que plantea preocupaciones sobre la transparencia y la rendición de cuentas en su administración.

En medio de este panorama, en la Asamblea Legislativa que él controla, Bukele impulsa nuevas maneras para mantener callados a sus críticos. La noche del 17 de noviembre, el congreso bukelista tenía todo preparado para aprobar una ley de agentes extranjeros que establece penas de prisión y multas de hasta $250,000 para miembros de medios de comunicación y organizaciones de sociedad que, recibiendo financiamiento de organizaciones extranjeras, sean acusados de «alterar el orden público» o de «poner en riesgo la seguridad nacional, la estabilidad social y política del país».

La gran pregunta que surge es: ¿quién decidirá si alguien está realmente cometiendo estos actos? La respuesta es inquietante, ya que recae en el fiscal nombrado por Bukele y en los jueces que operan bajo su influencia. Esta concentración de poder en manos del presidente y su círculo cercano plantea graves interrogantes sobre la independencia judicial y la posibilidad de un sistema de justicia imparcial en El Salvador.

Mientras la comunidad internacional observa con preocupación las acciones de Bukele, es esencial mantener un enfoque crítico y basado en principios al evaluar su liderazgo. La protección de los derechos individuales, la separación de poderes y la transparencia son fundamentales para el funcionamiento de una democracia saludable. Los esfuerzos por silenciar a la oposición y controlar el sistema judicial no deben pasar desapercibidos, ya que socavan estos valores fundamentales y ponen en peligro la democracia en El Salvador. Además, es importante que aquellos que critican a otros líderes políticos, como los de «Cuba y Venezuela», sean coherentes en su análisis y no apoyen a líderes con tendencias autoritarias simplemente porque son de su predilección política.

CARTA ABIERTA A JOANNE RODRÍGUEZ VEVE

Sra. Rodriguez Veve:

Dado su empeño en pretender tomar decisiones en los cuerpos de otras mujeres mediante el Proyecto del Senado 693, me he dado a la tarea de investigar con detenimiento sus expresiones públicas frente a su gestión legislativa. Yo puedo entender perfectamente que muchas personas no vean como mejor opción el aborto como la manera de manejar un embarazo, y de hecho, cuando se habla de la «opción» de la mujer a decidir sobre su cuerpo, no quiere decir que quienes defiendan la legislación existente a partir de Roe vs Wade, sean «pro-aborto» como muchas personas dicen, si no que se apoya que las decisiones sobre un embarazo las tome la propia mujer embarazada, y no el Estado, o la sociedad tomando como parámetro marcos religiosos.

Yo no opino sobre la decisión de una mujer sobre su embarazo, pero creo que el aborto debería ser la última alternativa a considerarse, asi que no pueden acusarme de «pro-aborto» como algunas personas me han etiquetado. Soy de los que cree que el sistema debe facilitar la posibilidad de que una mujer pueda sentirse segura de que si decide continuar un embarazo, va a ser apoyada por el sistema en el que está insertada. De la misma manera creo que si queremos evitar abortos, debemos trabajar en la educación de nuestra sociedad a la equidad entre los géneros, que a su vez redunda en la equidad al acceso al poder y al poder económico de las mujeres. Si queremos que las mujeres no tengan que recurrir a los abortos, tenemos que educarlas al igual que a los hombres, sobre los métodos de prevención, sobre educación sexual, tener accesible métodos de evitar embarazos, y sobre todo, que la mujer se empodere totalmente de su sexualidad y no sea un objeto sexual del hombre.

A esto tenemos que añadirle el que si una mujer pobre, o una mujer trabajadora, decide continuar con un embarazo, el Estado provea herramientas para que esta pueda continuar con su vida, su trabajo, su desarrollo como individuo, sin que ese embarazo sea un obstáculo para esto, como regularmente es en la vida de los hombres que se convierten en padres. Para que esto sea así hay que crear legislación que ayude a las madres trabajadoras, que facilite el cuidado de los niños mientras ella trabaja, que le facilite su situación económica, y que le ayude en los servicios de salud para ella, y para su criatura como puede tenerlo cualquier otra persona.

Dada sus posturas con relación a este asunto y el Proyecto de Ley 693, me tomé el tiempo de revisar su historial legislativo en este periodo de un año en el que ha sido senadora del Senado de Puerto Rico y sus expresiones públicas. Una de las cosas que me encontré es que muchas de sus expresiones públicas que han copado su aparición en los medios, están precisamente ligadas al ataque de los derechos de las mujeres, y sobre todo a las protecciones que se han pretendido realizar mediante legislación u órdenes ejecutivas. O sea, que en ese aspecto, podríamos decir que usted principalmente ha dificultado o puesto trabas al hecho de ser una mujer en Puerto Rico, en asuntos de violencia de género, y en el acoso callejero.

Si vamos a su gestión legislativa, nos vamos a dar cuenta de que es una raquítica, donde usted en todo este periodo de un año ha presentado muy poca legislación de su autoría comparada con otros legisladores, incluída por ejemplo la Senadora Marilu Sant quien es la Senadora con más legislación presentada.

Ya cuando entramos a su legislación nos damos cuenta, que además de mínima y pobre, no presta atención a asuntos que podrían facilitar la vida de una mujer que decida continuar con un embarazo. Los proyectos de ley sometidos por usted que podrían estar relacionados con el tema son los Proyectos del Senado 350, 495 y 500. Fuera de eso, de acuerdo a la página oficial del Senado no aparece ningún otro Proyecto bajo su nombre que ayude a que una mujer que decida continuar con un embarazo tenga protecciones o que se le facilite el proceso. O sea, usted, que tiene el poder de luchar porque se cree legislación para evitar que mujeres pobres tengan que abortar, no hace ninguna gestión para esto, y la poca que hace, está relacionado con los procesos de adopción, o sea, que la mujer tenga a la criatura bajo las condiciones que sean, y que después la de en adopción.

Sus palabras, sus acciones, y sobre todo su legislación desde su puesto en el Senador como Senadora, no son compatibles con una persona que realmente quiere que las mujeres no tengan que recurrir a un aborto, porque usted tiene una posición de poder donde podría ayudar a que la vida de una mujer pobre que decide continuar con un embarazo sea más fácil, pero decide no hacerlo. Me atrevería decir que hace todo lo contrario, cuando ataca organizaciones con Proyecto Matria, que si luchan por facilitar el acceso a servicios a mujeres pobres sin poder económico.

La reto a que públicamente explique como usted va a ayudar a que mujeres pobres que decidan continuar con un embarazo puedan estar seguras de que van a ser protegidas por usted y su gestión legislativa. Una cosa es hablar desde el privilegio económico y de poder en el que vive usted, y otra es la realidad de una mujer pobre, maltratada, y en muchas ocasiones menores de edad, y con problemas emocionales, para poder continuar un embarazo. Los abortos van a continuar, pero el Proyecto del Senado 693 va a condenar a esas mujeres pobres que no van a poder costear una aborto a poner sus vidas y salud en peligro para detener ese embarazo que no pueden ni están preparadas para continuar.

Atentamente,

Abimael Acosta

RADIOTELESCOPIO, PATRIA Y DEMOCRACIA

El pasado 3 de noviembre se realizaron las elecciones tanto presidenciales en los Estados Unidos, como para la mayor parte de los puestos electivos en Puerto Rico. Ya es de todos conocidos la victoria del candidato demócrata Joe Biden en los Estados Unidos de América, y como el Presidente Donald Trump al día de hoy sigue luchando infructuosamente por hacer creer a su base electoral que las elecciones le fueron arrebatadas mediante fraude. Donald Trump, ha perdido básicamente toda y cada una de las demandas que ha presentado en los Tribunales haciendo sus reclamos y en los recuentos, la ventaja de Joe Biden ha aumentado. El actual Presidente de los Estados Unidos, ha recurrido a todos los subterfugios que la democracia le provee para hacer sus reclamos aunque estos sean falsos y no haya presentado evidencia seria y creíble de lo que alega.

En el caso de Puerto Rico, hay dos escaños que llaman mi atención de manera particular: la alcaldía de San Juan y la alcaldía de Guánica. En Guánica, el candidato independiente por nominación directa Edgardo Cruz obtuvo el apoyo de la mayoría de los guaniquenses, pero tanto el candidato del Partido Nuevo Progresista como el candidato a la alcaldía por el Partido Popular Democrático han recurrido a todas las estrategias posibles para evitar que Edgardo Cruz se convierta en el primer Alcalde en la historia de Puerto Rico en ser electo mediante nominación directa.

En la ciudad Capital, San Juan, la situación es tan o más compleja que la de Guánica. Después de las elecciones la Comisión Estatal de Elecciones certificó como ganador al candidato por el Partido Nuevo Progresista, Miguel Romero, aún cuando la noche del evento, el candidato por el Movimiento de Victoria Ciudadana, Manuel Natal Albelo llevaba la delantera.

Según fueron pasando las semanas siguió fluyendo la información de la infinidad de irregularidades que se habían dado, seguían dando y al día de hoy continúan dándose en el proceso de determinar quien finalmente es el candidato electo para la Alcaldía de San Juan. Como si fuese una historia sacada de la pluma del realismo mágico de Gabriel García Márquez o Isabel Allende, comenzaron a aparecer cajas y cajas y cajas de papeletas fantasmas, La comparsa del Partido Nuevo Progresista y su Rey Momo, Edwin Mundo, convirtieron el Coliseo Roberto Clemente en un carnaval, tirando por el suelo la seriedad de uno de los procesos más importantes en cualquier país del mundo que se jacte de la democracia. Cualquiera que valore la democracia debió sentir verguenza de ese espectáculo bochornoso.

Como si todo esto fuera poco, el Presidente de la Comisión Estatal de Elecciones, Francisco Rosado Colomer, trató de justificar la milagrosa aparición de nuevas papeletas planchaditas inmaculadamente sin ninguna arruga, que serían la envidia del rostro de cualquiera de las «Amas de Casa Desesperadas de Beverly Hills.¨ Según Colomer, estas papeletas, que se supone que deben haber sido dobladas en varias partes porque eran de voto adelantado y de voto ausente, y tenían que caber en un sobre mucho más pequeño que la papeleta, quedaron como «nalguita de bebé» cuando le pusieron otras cajas de papeletas encima. ¿Tan idiota piensa este señor que somos los puertorriqueños que le vamos a creer su historieta que ni al peor libretista de comedia de show del mediodía se le ocurriría escribir?

La ironía de todo esto es que mientras todo esto está sucediendo, el pueblo de Puerto Rico llora la desaparición física del Radiotelescopio de Arecibo como lo conocíamos. Sin lugar a dudas la pérdida física del Radiotelescopio es algo devastador, no solo por lo que significa desde el punto de vista científico y de desarrollo para las comunidades aledañas, si no por el significado que los puertorriqueños le hemos otorgado a ese espacio material. Durante estas semanas, las redes sociales y los medios de comunicación del Archipiélago Puertorriqueño se han desbordado comentando sobre tan terrible pérdida para nuestra nación boricua lo cual es muy importante, pero tan importante o más importante debería ser en la discusión pública el asunto del golpe a la democracia en la Alcaldia de San Juan y la de Guánica como lo ha sido lo del Radiotelescopio de Arecibo.

Es importante que los puertorriqueños entendamos que la Patria no se hace solo con venerar símbolos o espacios geográficos. La Patria no se hace con pintarnos el pelo de rubio por un juego de pelota, de tener la más hermosa en un concurso de belleza, ni de llevarnos galardones en el cine o la música. La Patria tampoco es solamente que se nos salten las lágrimas al escuchar el coquí, la Borinqueña, o al llegar a nuestras costas y ver el Castillo del Morro. Todas estas cosas son momentos, objetos o espacios geográficos que «nosotros», la gente que ocupa este pedazo de tierra que llamamos «Patria» le hemos dado un significado emotivo partiendo de nuestra experiencia como colectivo. Todo eso es parte de «La Patria», pero nada de eso es LA PATRIA. La Patria es realmente su gente y los procesos que garantizan el bienestar de su gente. Sin su gente, lo demás pasa a ser espacios geográficos y propiedades materiales.

Este es el momento de unirnos como puertorriqueños y dejar a un lado colores para defender a nuestra PATRIA y a la democracia. Este es el momento de entender que la Patria es el bienestar de nuestra gente, es la pureza de los procesos que regirán nuestros destinos como colectivo, y es el defender esos procesos democráticos que vienen de la voluntad de nuestra gente en las urnas. Nuestra gente, su voluntad, y sus deseos para el futuro de nuesto «espacio geográfico compartido» es lo que es realmente importante, ya que al fin y al cabo, sin gente, no hay Patria.

EL DERECHO FUNDAMENTAL DE USAR EL BAÑO PÚBLICO, UN ASUNTO QUE SE DEBE DISCUTIR SERIA Y OBJETIVAMENTE.

En un mundo donde las redes sociales se convierten en el escenario de batallas culturales y políticas, un reciente incidente ha avivado el debate sobre un derecho fundamental: el uso del baño público. La controversia estalló cuando un hombre negó la entrada a un baño público a una mujer trans, argumentando que su presencia representaba un peligro para su hija. Unas personas criticaron la acción del hombre y otras lo aplaudieron. Sin embargo, esta situación subraya una problemática más amplia: ¿dónde deben ir las mujeres trans si se les niega acceso a los baños de mujeres? ¿Tiene este hombre el derecho o el poder legal de impedir que esta mujer trans utilice un baño público?

La seguridad es un aspecto crucial. Dejar a un niño solo en un baño público no es seguro, independientemente de quién esté adentro. Además, es importante recordar el trágico caso de Alexa, una mujer trans asesinada tras usar un baño de mujeres en Puerto Rico. Este incidente es un recordatorio doloroso de los riesgos que enfrentan las personas trans al ser excluidas de los espacios que corresponden a su identidad de género.

Es relevante destacar que las estadísticas muestran una realidad preocupante: los menores tienen más probabilidades de ser abusados sexualmente por líderes religiosos en las Iglesias y sus entornos que por personas trans en baños públicos. De hecho, solo en España, más de 440,000 personas han sufrido abusos sexuales a manos de miembros de la Iglesia católica. Esta cifra es alarmante, y desafortunadamente, es aún mayor en el resto del mundo.

En el video se ve también como la mujer trans reclama su derecho de usar el baño público, porque es una mujer trans, mientras el hombre no le reconoce su identidad de género y la llama “hombre”, y le dice que “se porte como un hombre”. Esto trae a colación otro aspecto y es el hecho de que aunque no compartamos la misma apreciación de las cosas, o las mismas ideologías, el respeto hacia el ser humano debe ser fundamental. En muchas ocasiones, esta actitud de no reconocer la identidad de género de otras personas, viene de creyentes, y ellos se escudan en que están diciendo “la verdad”. Lo primero es preguntarnos; ¿qué verdad, la de quién, y sostenida bajo que argumentos? La sicología, que es una rama de la ciencia, reconoce a las personas transexuales. ¿Cómo se siente una persona creyente cuando alguien le dice que es un “lunático” porque cree en serpientes que hablan, mujeres hechas de las costillas de un hombre, en voces que le hablan, y en muertos que recusitan? Ninguna de estas cosas son comprobables científicamente. No es correcto decirle un creyente que es un lunático, aun cuando no pueda comprobarnos con la ciencia que lo que dice es cierto. De la misma manera, no es correcto decirle a una mujer trans que es un hombre, cuando la ciencia le reconoce su identidad de mujer trans. En este caso podemos ir más lejos. La mujer trans del video le dice que es una persona intersexual. ¿Qué baños utilizaría una persona que no nació hombre o mujer, si no que biológicamente nació intersexual?

Es evidente que el enfoque debe ser garantizar un entorno seguro y respetuoso para todos, en lugar de perpetuar la exclusión y el riesgo de violencia.

Además, los datos muestran una realidad preocupante: las mujeres trans son más propensas a ser víctimas de abuso sexual por parte de hombres cisgénero que al revés. Los casos de abuso en baños públicos son perpetrados principalmente por hombres cisgénero, no por personas trans. Incluso un estudio reciente de la Universidad de Harvard demostró que los adolescentes trans enfrentan un mayor riesgo de agresión sexual en entornos escolares que restringen su acceso a los baños o vestuarios de acuerdo con su identidad de género.

Para abordar esta situación, se necesitan medidas concretas. La supervisión adecuada en los vestuarios, opciones de privacidad como áreas de cambio con cortinas y una respuesta efectiva ante el acoso son pasos importantes. Es fundamental reconocer que restringir el acceso a los baños no solo es discriminatorio, sino que también puede exponer a las personas trans a situaciones peligrosas.

En última instancia, la lucha por la igualdad de género no debería excluir a nadie. Todos tenemos derecho a usar un baño público de manera segura y digna, independientemente de nuestra identidad de género. Es hora de avanzar hacia un mundo donde la inclusión y el respeto sean la norma, no la excepción.

THE FUNDAMENTAL RIGHT TO USE PUBLIC BATHROOMS, AN ISSUE THAT MUST BE DISCUSSED SERIOUSLY AND OBJECTIVELY.

In a world where social media becomes the stage for cultural and political battles, a recent incident has ignited debate about a fundamental right: the use of public bathrooms. Controversy erupted when a man denied entry to a trans woman, arguing that her presence posed a danger to his daughter. Some people criticized the man’s actions while others applauded him. However, this situation underscores a broader issue: where should trans women go if denied access to women’s bathrooms? Does this man have the right or legal power to prevent this trans woman from using a public restroom?

Safety is a crucial aspect. Leaving a child alone in a public restroom is not safe, regardless of who is inside. Moreover, it is important to remember the tragic case of Alexa, a trans woman murdered after using a women’s restroom in Puerto Rico. This incident is a painful reminder of the risks that trans people face when excluded from spaces that correspond to their gender identity.

It is relevant to highlight that statistics show a worrying reality: minors are more likely to be sexually abused by religious leaders in churches and their environments than by trans individuals in public bathrooms. In fact, in Spain alone, more than 440,000 people have suffered sexual abuse at the hands of Catholic Church members. This figure is alarming, and unfortunately, it is even higher in the rest of the world.

The video also shows how the trans woman claims her right to use the public bathroom because she is a trans woman, while the man does not recognize her gender identity and calls her a «man,» telling her to «act like a man.» This brings up another aspect, which is the fact that even if we do not share the same appreciation of things or ideologies, respect for human beings should be fundamental. Many times, this attitude of not recognizing the gender identity of other people comes from believers, and they shield themselves by claiming they are «speaking the truth.» The first thing to ask ourselves is: what truth, whose truth, and supported by what arguments? Psychology, which is a branch of science, recognizes transgender people. How does a believer feel when someone tells them they are a «lunatic» because they believe in talking snakes, women made from a man’s rib, voices speaking to them, and dead people coming back to life? None of these things are scientifically provable. It is not right to call a believer a lunatic, even if they cannot prove to us with science that what they say is true. Likewise, it is not right to tell a trans woman that she is a man when science recognizes her as a transgender woman. In this case, we can go even further. The trans woman in the video says she is intersex. What bathrooms would a person who was not born male or female but biologically born intersex use?

It is evident that the focus should be on guaranteeing a safe and respectful environment for everyone, rather than perpetuating exclusion and the risk of violence.

Moreover, data shows a worrying reality: trans women are more likely to be victims of sexual abuse by cisgender men than vice versa. Cases of abuse in public bathrooms are mainly perpetrated by cisgender men, not by trans individuals. Even a recent study from Harvard University showed that trans teenagers face a higher risk of sexual assault in school environments that restrict their access to bathrooms or changing rooms according to their gender identity.

Concrete measures are needed to address this situation. Adequate supervision in changing rooms, privacy options such as curtained changing areas, and an effective response to harassment are important steps. It is essential to recognize that restricting access to bathrooms is not only discriminatory but can also expose trans people to dangerous situations.

Ultimately, the fight for gender equality should not exclude anyone. Everyone has the right to use a public bathroom safely and with dignity, regardless of their gender identity. It is time to move towards a world where inclusion and respect would be the norm, not the exception.

LAS PREFIEREN MUERTAS

LAS PREFIEREN MUERTAS

Por Abimael Acosta

Una joven desaparece. Los titulares la proclaman ausente, una sombra en la noche. Y así, como un acto reflejo, comienza el desfile de opiniones y especulaciones. Los dedos apuntan, las lenguas se desatan, y sin saber absolutamente nada sobre ella, la condena pública ya está en marcha.

«Se fue con un macho», dicen algunos. «Está gozando», murmuran otros. Miles de conjeturas revolotean en el aire, como si los pensamientos de aquellos que no la conocen pudieran invocar su presencia.

Pero lo peor está por venir. Cuando la mujer desaparecida reaparece, viva y respirando, los comentarios no cesan. Los insultos se multiplican. Y en medio de la vorágine de palabras hirientes, uno no puede evitar sentir que muchos habrían preferido que nunca hubiera regresado. Como si, de alguna manera retorcida, su supervivencia fuera una afrenta personal.

Este fenómeno no es un caso aislado. En Puerto Rico, la misoginia se arraiga profundamente en la sociedad. Tanto hombres como mujeres perpetúan actitudes machistas que alimentan un ciclo de violencia y desigualdad de género. Un país donde, solo en el año 2023, 55 mujeres perdieron la vida a manos de la violencia machista.

Este desdén hacia la vida y la dignidad de las mujeres es una llamada de atención urgente. Nos recuerda la necesidad imperiosa de la educación en perspectiva de género. Una educación que busca la equidad entre los géneros, que desafía los estereotipos y promueve el respeto mutuo.

Sin embargo, esta educación enfrenta obstáculos significativos en Puerto Rico. El fundamentalismo religioso y los políticos oportunistas como Joanne Rodríguez Veve y Lisie Burgos se erigen como barreras, utilizando la oposición a la perspectiva de género como moneda de cambio para obtener votos y mantener su influencia.

Es hora de cambiar el rumbo. Es hora de que la sociedad puertorriqueña se levante contra la misoginia arraigada en sus estructuras. Es hora de educar, de promover el respeto y la igualdad. Porque ninguna mujer debería ser condenada antes de ser conocida, y ninguna debería ser vilipendiada por el simple hecho de seguir viva. En la lucha por un Puerto Rico más justo y equitativo, la educación en perspectiva de género es nuestra mejor herramienta.

THEY PREFER THEM DEAD

By Abimael Acosta

A young woman disappears. Headlines declare her missing, a shadow in the night. And so, like a reflex action, the parade of opinions and speculations begins. Fingers point, tongues wag, and without knowing anything about her, public condemnation is already underway.

«She went off with some macho,» some say. «She’s out there having a good time,» others murmur. Thousands of conjectures flutter in the air, as if the thoughts of those who don’t know her could summon her presence.

But the worst is yet to come. When the missing woman reappears, alive and breathing, the comments don’t cease. The insults multiply. And amidst the whirlwind of hurtful words, one can’t help but feel that many would have preferred her never to have returned. As if, in some twisted way, her survival were a personal affront.

This phenomenon is not an isolated case. In Puerto Rico, misogyny runs deep in society. Both men and women perpetuate macho attitudes that fuel a cycle of gender-based violence and inequality. A country where, in the year 2023 alone, 55 women lost their lives at the hands of macho violence.

This disdain for the lives and dignity of women is an urgent wake-up call. It reminds us of the urgent need for education in gender perspective. An education that seeks gender equity, challenges stereotypes, and promotes mutual respect.

However, this education faces significant obstacles in Puerto Rico. Religious fundamentalism and opportunistic politicians like Joanne Rodríguez Veve and Lisie Burgos stand as barriers, using opposition to gender perspective as a bargaining chip to gain votes and maintain their influence.

It’s time for a change. It’s time for Puerto Rican society to rise up against the misogyny entrenched in its structures. It’s time to educate, to promote respect and equality. Because no woman should be condemned before being known, and none should be vilified simply for remaining alive. In the fight for a fairer and more equitable Puerto Rico, education in gender perspective is our best tool.

BAD BUNNY Y EL GRAMMY A HARRY STYLES

En el vertiginoso mundo de la música, un artista tiene que mantenerse conectado con la realidad. Esto implica no solo estar al tanto de las tendencias del momento, sino también comprender las diferencias entre los distintos premios musicales que existen. En este contexto, los Premios Billboard y los Premios ASCAP se destacan por su enfoque en las ventas y el éxito comercial, mientras que los Premios Grammy se centran en la calidad artística y creativa de la música.

No cabe duda de que el mundo de la música es vasto y diverso, y artistas de todos los géneros y estilos tienen su lugar en él. Uno de los nombres que ha destacado recientemente es Bad Bunny, un artista que ha conquistado a un amplio público con su propuesta de branding y su involucramiento en cuestiones políticas relevantes. Sin embargo, es importante recordar que, en la industria musical, no todos los premios son iguales.

Los Premios Billboard y los Premios ASCAP, aunque indudablemente prestigiosos, se basan principalmente en las cifras de ventas y el rendimiento comercial de las canciones y álbumes. Son una excelente manera de medir el impacto y la popularidad de un artista en el mercado, y sin duda Bad Bunny ha cosechado muchos éxitos en este sentido.

Por otro lado, los Premios Grammy se diferencian al enfocarse en la calidad artística de la música. Aquí es donde surge un dilema interesante. Bad Bunny es un artista carismático y con una propuesta musical atractiva, pero competir por un Grammy implica medirse con otros artistas que presentan propuestas de gran calidad musical, vocal y lírica.

Es importante destacar que ganar un Grammy no es solo una cuestión de popularidad o ventas; se trata de ser reconocido por la excelencia artística. Esto implica una cuidadosa evaluación por parte de expertos en la industria musical que consideran la composición, la interpretación vocal y la calidad lírica de las canciones.

Si Bad Bunny aspira a obtener un Grammy, debe estar dispuesto a elevar la calidad de su propuesta musical. Esto podría requerir explorar nuevos horizontes creativos, trabajar con músicos y productores de renombre, y centrarse aún más en la perfección de su arte. Sin embargo, esta búsqueda de calidad conlleva un riesgo: el de perder parte de su público que quizás no esté tan interesado en la excelencia musical como en otros aspectos de su imagen y mensaje.

La decisión está en manos de Bad Bunny y su equipo. ¿Priorizará el reconocimiento artístico de la industria o seguirá centrado en mantener a su base de seguidores actual? No hay una respuesta única ni correcta, ya que cada artista tiene su propio camino en la música. Lo que es innegable es que la música es un arte en constante evolución, y Bad Bunny, como muchos otros artistas, debe tomar decisiones estratégicas que definirán su legado en la industria musical.

En última instancia, lo importante es que los artistas sigan siendo fieles a sí mismos y a su visión, sea cual sea el camino que elijan en este emocionante viaje musical. Los premios son un reconocimiento significativo, pero la verdadera recompensa radica en la pasión y la autenticidad que los artistas traen a su música y a sus fans.

English translation

BAD BUNNY AND HARRY STYLES GRAMMY

In the fast-paced world of music, an artist has to stay connected to reality. This means not only staying up to date with current trends but also understanding the differences between various music awards. In this context, the Billboard Awards and ASCAP Awards stand out for their focus on sales and commercial success, while the Grammy Awards concentrate on the artistic and creative quality of music.

There’s no doubt that the music world is vast and diverse, and artists of all genres and styles have their place in it. One of the names that has recently stood out is Bad Bunny, an artist who has captured a broad audience with his branding and involvement in relevant political issues. However, it’s important to remember that in the music industry, not all awards are the same.

The Billboard Awards and ASCAP Awards, while undoubtedly prestigious, are primarily based on sales figures and the commercial performance of songs and albums. They are an excellent way to measure an artist’s impact and popularity in the market, and Bad Bunny has undeniably achieved many successes in this regard.

On the other hand, the Grammy Awards differentiate themselves by focusing on the artistic quality of music. Here is where an interesting dilemma arises. Bad Bunny is a charismatic artist with an attractive musical proposition, but competing for a Grammy involves measuring up against other artists who present music of high musical, vocal, and lyrical quality.

It’s important to note that winning a Grammy is not just a matter of popularity or sales; it’s about being recognized for artistic excellence. This requires careful evaluation by industry experts who consider the composition, vocal performance, and lyrical quality of the songs.

If Bad Bunny aspires to win a Grammy, he must be willing to elevate the quality of his musical proposition. This could entail exploring new creative horizons, working with renowned musicians and producers, and focusing even more on perfecting his art. However, this pursuit of quality comes with a risk: the potential loss of part of his audience that may not be as interested in musical excellence as in other aspects of his image and message.

The decision lies in the hands of Bad Bunny and his team. Will he prioritize industry recognition for his artistry, or will he continue to focus on maintaining his current fan base? There is no single right answer, as each artist has their own path in music. What is undeniable is that music is an ever-evolving art, and Bad Bunny, like many other artists, must make strategic decisions that will define his legacy in the music industry.

Ultimately, what’s important is that artists remain true to themselves and their vision, regardless of the path they choose on this exciting musical journey. Awards are a significant recognition, but the true reward lies in the passion and authenticity that artists bring to their music and their fans.

«¡HAY QUE PROTEGER A LOS MENORES!»

Esta semana, una querida estudiante compartió en Facebook la imágen que acompaña esta columna. En los comentarios de su publicación, un hombre entró y dijo «Tengo para debatir con esto.» Cuando vi su comentario le dije que me interesaba leer sus argumentos, e inmediatamente comenzó una perorata donde trataba de convencerme de ver videos de Agustín Laje. Le pedí en varias ocasiones que me diera los argumentos que decía tener, sin ponerme el enlace a un video, que lo que me interesaba era leer sus argumentos. Para hacerles el cuento largo corto, este individuo alegaba «defender la inocencia de los menores», pero en su conversación terminó diciéndome y cito «viste a una niña enseñando o con pantalones bien pegados o falda bien corta a ver si no la van a querer hacer algo!». De más está decir que aquí terminé la conversación con este individuo, porque aparte de que no tenía argumentos para defender su supuesta postura en contra de la publicación, era una persona que culpaba a una niña víctima de una agresión sexual por la manera en la que estaba vestida.

Hoy me levanto y me encuentro con la noticia de que se había hecho viral un video de contenido sexual, aparentemente del hijo menor de edad de una figura pública de Puerto Rico. En este caso, el video que miles de personas están compartiendo, la figura central es un menor de edad. Me di a la tarea de mirar las redes sociales, y ver con el morbo que muchas de esas personas comparten el video de un menor de edad, pero lo peor de todo es el hecho de ver que en las mismas páginas de esas personas hay publicaciones y comentarios donde dicen que «hay que proteger a los menores» de los personajes de inclusión que Disney está introduciendo en sus producciones. ¿O sea, hay que proteger a los menores de ver personajes no binaries, no heteronormativos, racialmente diversos, pero de esa misma manera, esa persona puede compartir un video sexual de un menor de edad? Para estas personas es ofensivo que Ariel La Sirenita no sea blanca, que Mulán no sea el estereotipo de femeneidad, que la prioridad de Anna no sea conseguir un Principe Azul, pero disfrutan, comparten y hasta piden que le envien el enlace de un video íntimo de un adolescente que cometió el error de compartir su intimidad con una persona sin escrúpulos que lo hizo público.

Hoy los verdaderos rostros de estos «defensores de la inocencia de los menores» quedan al descubierto. Un defensor de la inocencia de los menores no pide el enlace de un video sexual de un menor. Un defensor de la inocencia de los menores no usa a ese menor para burlarse o atacar a su padre. Un defensor de la inocencia de los menores no comparte un video sexual de un menor de edad. Hoy vemos que muchos de esos autodenominados «defensores de la inocencia de los menores» son personas perversas que sexualizan a los menores justificando una agresión sexual por la «manera en que está vestido». Hoy vemos muchos de esos «defensores de la inocencia de los menores» disfrutan ver videos de contenido sexual de menores de edad. Y lo peor de todo, vemos como muchos de esos «defensores de la inocencia de los menores» utilizan el nombre y la intimidad de un menor de edad para adelantar sus agendas de odio y discriminación, atacando al padre del menor por diferencias ideológicas, por odio, o por pura maldad.

Un adolescente es una persona que está en proceso de descubrirse, y eso incluye su sexualidad. Los verdaderos protectores de la inocencia de los menores deben ayudarlos y guiarlos en ese proceso de crecimiento, desarrollo y descubrimiento de su ser. Un defensor de la inocencia de los menores va a proteger a un menor al que no le respetaron un acto íntimo que decidió compartir con otra persona que lo traicionó publicando ese momento en las redes sociales sin su consentimiento. Un defensor de la inocencia de los menores va a rechazar y condenar que se comparta ese video, pero sobre todo va a entender que los menores necesitan nuestro apoyo, nuestro amor, y sobre todo nuestra protección de personas inescrupulosas que dicen ser «defensores de la inocencia de los menores», pero realmente son lobos disfrazados de ovejas que sexualizan a los menores de edad, justifican agresiones sexuales contra ellos y que disfrutan y comparten videos sexuales de menores de edad.

DE «MAKING LOVE» A «HEARTSTOPPER».

Tendría 16 años cuando vi la película «Making Love». Recuerdo que fui a verla al cine con un grupo de amigos con la excusa de ver a Kate Jackson, quien era la protagonista y era una de Los Angeles de Charlie. Esa fue la primera vez que ví a dos hombres besarse y no olvido los sonidos de desagrado de todo el mundo en el cine. Entre todo ese «mundo» estaba mi grupo de «amigos» que me acompañaban. Cuando vi aquel beso en la película supe que yo no era como el resto de mis amigos, pero los sonidos de desagrado de ellos por el beso, también me hicieron saber que no podía decirle a nadie lo que sentía. Así pasé el último año de mi escuela superior, deseando que terminara para irme de allì.

Más adelante vi otras películas donde los personajes gays eran asesinados, se suicidaban, era pervertidos o morían de SIDA. Esos eran los personajes LGBTTQI que los niños y adolescentes de mi generación veíamos en los medios y a eso le añadíamos que quien se atreviera a salir del closet iba a ser «el pato del pueblo» la burla, el humillado y con el que compararían a todo el que quisieran humillar. En estos días me senté a ver la serie «Heartstopper» y lloré de emoción al ver que esta nueva generación de niños y adolescentes LGBTTQI pueden verse representados en la pantalla como seres humanos que pueden enamorarse, vivir y luchar por ser felices. ¿Por qué lloré? Lloré de alegría por todo lo bueno que significa esto para las nuevas generaciones LGBTTQI, pero también lloré recordando al adolescente que fui, a quien le hicieron creer que estaba condenado a ser un pervertido, a que lo asesinaran, a suicidarse o a morir de SIDA. Sentí mucha compasión por ese adolescente que fui y por como lo hicieron sentir y por las muchas noches que se durmió llorando pensando que nadie lo iba a querer y que se iba a quemar en el infierno como decía el predicador en la radio.

Hoy soy un hombre que sobrevivió ese «futuro» que me «vislumbraba» la sociedad, estoy fortalecido, nadie puede tumbarme y amo ser quien soy, pero no puedo evitar haber deseado que mi generación hubiesemos tenido un «Heartstopper» para que los que sucumbieron al «destino» que la sociedad les había predicho hubiesen podido comprender que eran perfectos como eran y que eran merecedores de amor y respeto y hubiesen podido sobrevivir. Fueron muchos los gays que vi sufrir en el closet, caer en las drogas, suicidarse, ser asesinados y morir de SIDA. En memoria de los que no sobrevivieron, doy gracias porque hoy existe un show como «Heartstopper» y estar feliz de que el futuro de estas generaciones LGBTTQI va a ser diferente y esperanzador.

NO BÁRBARA, HAY MUJERES POBRES POR MUCHAS RAZONES, NO POR SER «VAGAS Y DESORGANIZADAS».

Ayer una persona me envió a mi correo de Facebook un enlace a una publicación de la modelo y asesora financiera Bárbara Serrano, donde Serrano comenzaba diciendo, y cito textualmente: «No hay mujeres feas ni pobres… sino (si no) mujeres vagas y desorganizadas.» De primera intención pensé que por los problemas de redacción que había en la publicación, probablemente se malinterpretaba su escrito. Luego de esto decido escribirle porque su publicación había servido para que muchas personas con prejuicios socioeconómicos y machistas hicieran comentarios negativos hacia las mujeres. En mi escrito le hablé sobre la realidad de muchas mujeres en Puerto Rico y diferentes partes del mundo donde el sistema la predispone a permanecer en la pobreza y como el privilegio en el que vivimos algunos, y me usé como ejemplo, a veces no nos permite poder ver estas situaciones en el contexto correcto.

De la misma manera, otras personas, incluyendo a la respetada periodista Ada Torres Toro, le señalaron lo superficial de su planteamiento y que «no se puede trivializar la pobreza femenina». Cual sería mi sopresa al ver la respuesta de Bárbara a los comentarios en los cuales tratábamos de poner en contexto la pobreza femenina. Serrano respondió y cito textualmente:

«Feas/Vagas= porque no hacen ejercicios; se descuidan, están llenas de excusas para tratar el tema de la salud o de la nutrición.

Pobres/Desorganizadas=porque gastan compulsivamente y no tienen nunca un plan de acción. Porque no ahorran, porque prefieren vivir el momento en vez de asegurar el futuro. Porque no tienen educación financiera. Porque las que son dependientes, viven gastando el dinero de su marido, sin pensar en las consecuencias si se divorcian. Etc.»

Esta respuesta de Serrano me sacó de la confusión. No había sido una malinterpretación de mi parte a su escrito. Bárbara estaba clara en su prejuicio, menosprecio y simplificación de las circunstancias de vida de una mujer pobre y lo hacía desde su privilegio, el cual niega.

Precisamente mientras Bárbara escribía la publicación a la que hace referencia, Elliani Bello Gelabert, una inmigrante dominicana de 21 años, madre soltera de una niña pequeña, se enfrentaba a la justicia por haber dejado a su niña en la casa de la madre del padre de la niña, el cual no ha querido asumir su responsabilidad como padre. Esta joven había sido desahuciada de su casa, y cuando fue a pedir ayuda al padre de la niña de que la cuidara para poder ir a trabajar, este y su madre le dieron la espalda. A Bello Gelabert, también le dió la espalda el sistema, cuando hasta el día de ayer El Departamento de la Familia no la había ayudado, aun cuando sabían desde marzo que iba a ser desahuciada y que tenía una bebé.

A los 21 años, ya Bárbara Serrano, era una conocida modelo en Puerto Rico, y gracias a sus atributos físicos se coronó como Miss Mundo Puerto Rico 2021. Esta oportunidad le abrió las puertas a Bárbara para el camino que ha llevado hasta el momento en el cual ella se autodenomina «rica». Pero Bárbara dice que ella no vivió en «el privilegio», y que la mujer que es pobre, lo es porque «es vaga y desorganizada». Precisamente Elliani Bello Gelabert, quería ir a trabajar cuando pidió ayuda al padre y a la abuela de la niña y cuando pidió ayuda al Departamento de la Familia. Elliani no tenía la belleza física que le abriría las puertas a concursos de belleza. Elliani es una inmigrante, lo cual le diculta todos los procesos que tiene que vivir día a día. Elliani es una madre soltera, que ni siquiera podía conseguir ayuda para poder ir a trabajar. Ser modelo, trabajar en televisión, recibir dinero por esto, y además el reconocimiento público que te abre puertas, es mucho más fácil para una mujer en las circunstancias como las de Bárbara Serrano, que para una mujer como Elliani Bello Gelabert, pero eso Bárbara no lo quiere entender.

Lo triste del asunto no es que una figura pública haga un comentario tan poco empático como el de Bárbara Serrano. Lo peor es que abre la puerta, como lo hizo, a que muchas personas se hagan eco del prejuicio y la poca empatía del comentario de la Reina de Belleza y Asesora Financiera. Una de las personas que apoyaba la postura de Bárbara se enfureció con que se trajera como elemento adicional la raza en relación al privilegio. Esto me hizo recordar que en el 2017 en Puerto Rico, Alma Yadira Cruz Cruz, una niña negra de 11 años, fue detenida por la policía y expulsada de la escuela por defenderse del «bullying» que le hacían unas compañeras donde le decían «negra sucia», «negra dientúa», «pelo de caillo», «negra asquerosa» y «mona». ¿Son estas circunstancias las más propicias para que una niña logre en el futuro convertirse en modelo, reina de belleza, trabajar en televisión y llegar a ser asesora financiera en su adultez? De esto, es que se trata el privilegio, pero ni Bárbara ni sus «minions» lo reconocen, o lo pueden entender.