¿PA’ QUE SE QUIEREN CASAR?

El 26 de junio será a partir de ahora día de celebración, estemos a favor del matrimonio, o no veamos esta unión como alternativa para nuestras vidas.  En esa fecha el Estado reconoció que la orientación sexual de los ciudadanos no los puede hacer ciudadanos de segunda categoría ante la ley.  Muchas personas preguntan; “¿Pa’ que quieren casarse? ¿Pa’ poderse divorciar?”  Y la contestación es sencilla: para tener los mismos derechos que tienes tú como heterosexual.  Los heterosexuales deciden si se casan, o se quedan solteros, si son fieles en su matrimonio o si son infieles, si maltratan a sus parejas, o si las aman y las respetan, y si no quieren seguir en un matrimonio también el Estado les permite terminar con ese vínculo legal.  Hoy todos los miembros de la comununidad LGBTTQ tiene esa misma oportunidad de decidir si se  casan o si se quedan solteros, si son fieles dentro del matrimonio o si son infieles, si maltratan a sus parejas o si las aman y las respetan, y sí, también pueden divorciarse si así lo desean:  ahí radica la gran diferencia.  Antes ninguna de esas cosas era una opción para quien quisiera unirse en matrimonio a una persona de su mismo sexo y el negarle a un ciudadano los derechos que se le otorgan a otros en igualdad de condiciones tomando como parámetro la orientación sexual no solo era injusto, si no que iba en contra de la Constitución.  El 26 de junio es un día de celebración, pero la lucha continúa. Ahora es el momento de hacerle ver a todos aquellos que condenan lo que antes se llamaba “matrimonio igualitario” que la unión legal entre dos personas del mismo sexo para compartir sus vidas como pareja se llama matrimonio, y como eso lo deben respetar.  Ya no existen ante la ley relaciones de pareja de segunda clase, y no existen  ciudadanos de segunda categoría basándose en su orientación sexual.  A partir del 26 de junio de 2015 despertamos ante una nación un poco más justa, pero todavía hay mucho por hacer; se lo debemos a los que perdieron sus vidas como resultado del odio por su orientación sexual, se lo debemos a los que dedicaron sus existencias a lograr los derechos que hoy conseguimos y no vivieron lo suficiente para verlo, se lo debemos a aquellos que no pudieron sobreponerse al discrimen y el odio y terminaron con sus vidas  y se lo debemos a todos los ciudadanos que están por nacer en nuestra nación.  Tengo fe que este gran paso en la lucha por la igualdad irá creando nuevas generaciones donde la orientación sexual de una persona no lo haga menos valioso como ser humano, y que todos aquellos que hoy siembran odio hacia la comunidad LGBTTQ no tendrán el terreno fértil para que su vileza florezca y su odio será enterrado con ellos el día que abandonen esta dimensión terrenal.

LOS “STRAIGHTS” HACEN LO MISMO

Si existe una frase que me gustaría escuchar menos de personas de la comunidad LGBTTQ cuando señalamos la discriminación dentro de lo propia comunidad, es la frase:“Los straights hacen lo mismo”. Si bien es cierto que la comunidad LGBTTQ está compuesta de personas, y su condición humana los hace vulnerables a poseer prejuicios, también es cierto que la realidad de una persona LGBTTQ es sumamente diferente a la de una persona heterosexual. En nuestra isla en los últimos 5 años han sido asesinados más de 25  miembros de la comunidad. Esto ha venido sucediendo por décadas y no es hasta el asesinato de Jorge Steven López en el año 2009 cuando se comienza a crear conciencia de la gravedad del asunto y de que un número alto de estos asesinatos fueron motivados por el odio. Los seres humanos no nacemos odiando, aprendemos a odiar y el odio se alimenta de la discriminación y el prejuicio. La realidad de un homosexual es absolutamente diferente a la de un heterosexual, por lo que justificar las conductas discriminatorias  hacia otros miembros de la comunidad con el argumento de que es una conducta que también practican los heterosexuales no solo es sacado fuera de contexto si no que es irresponsable. Un heterosexual no tiene que vivir día a día con el temor de que pueda ser víctima de violencia por ser heterosexual o por solamente comportarse como algunas personas determinan que es la conducta de un heterosexual. Esta no es la realidad de los homosexuales, las lesbianas, los transexuales o cualquier otra persona que pueda ser percibida de manera correcta o no por otra, como perteneciente a la comunidad LGBTTQ.  La posibilidad de ser víctima de un crimen de odio por parecer o pertenecer a la comunidad LGBTTQ es un hecho, no es especulación y los datos mencionados anteriormente lo confirman.  Ya es tiempo de que los miembros de la comunidad autoanalicen las  conductas que conllevan discriminación y prejuicio contra los miembros de su propia comunidad y dejen de justificarlo con que “los straights hacen lo mismo”.  Ya es suficiente con la discriminación y los estereotipos que redundan en violencia contra la comunidad provenientes de los heterosexuales que discriminan, como para que la comunidad se haga cómplice del discrimen que aumenta la brecha de desigualdad. Yo como si fuera “un adolescente idealista que está empezando a conocer el mundo” confío en que llegará el día que la comunidad LGBTTQ entienda que para lograr la equidad tenemos que comenzar de adentro hacia afuera. Cuando hayamos logrado reconocer nuestros errores que nos alejan de la equidad se nos hará más facil exigir al resto de la sociedad la igualdad que practicamos hacia el resto de los miembros de nuestra comunidad.

“Ya sé que no se puede vivir solo de esperanza, pero sin esperanza… no merece la pena vivir.”  Harvey Milk

NO GORDOS, NO FEOS, NO VIEJOS, NO LOCAS.

Solo es cuestión de días cuando el Tribunal Supremo de los Estados Unidos se pronuncie finalmente con relación a los matrimonios entre personas  del mismo sexo.  Han sido muchos los años de lucha desde los disturbios de Stonewall el 28 de junio de 1969 hasta el día de hoy cuando 37 estados, más Washington D.C.,  permiten  a parejas del mismo sexo unirse en matrimonio.  Las encuestas realizadas recientemente en los Estados Unidos revelan que la sociedad Americana está más receptiva al matrimonio igualitario alcanzando niveles de aceptación que sobrepasan el  55%.  Ante este panorama podríamos decir que la comunidad LGBTTQ ha adelantado considerablemente en la eliminación de prejuicios y discriminación.  Nada más lejos de la verdad.  Mientras investigaba sobre el tema y leía comentarios en las redes sociales, un dato captó mi interés; la discriminación dentro de la propia comunidad LGBTTQ.  Esa discriminación fue el detonante que me llevó a analizar los perfiles de algunos usuarios de diferentes páginas cibernéticas de citas y una frase que se repetía era la siguiente: “No gordos, no feos, no viejos, no locas”.  Muchos tratarán de justificar que esto no es discriminación si no un asunto de gustos, pero cuando etiquetamos a un ser humano y lo rechazamos solamente porque según nuestros criterios encaja dentro de esa categoría, no estamos comportándonos muy diferente del que discrimina.  ¿Acaso tener sobrepeso, no lucir como Zac Efron,  no comportarse como Rambo y pasar de los 25 años da permiso a tirar sobre la borda la lucha en contra del prejuicio y la discriminación?  Como en el resto de la población, en la comunidad LGBTTQ hay personas de todas las razas, de todas las edades, de todas las complexiones físicas, de diferentes facciones y con diferentes ademanes y manerismos.  ¿Acaso  los colores de la bandera del arcoiris no pretenden ser inclusivos en lugar de exclusivos? Es una absurda contradicción el pronunciarse a favor de la equidad, llenar nuestras páginas de las redes sociales de símbolos y mensajes en contra de la discriminación contra la comunidad LGBTTQ de parte de la población heterosexual pero a la misma vez excluir a un miembro de la comunidad por su edad, manerismos o apariencia física.  Es muy probable que antes de que finalice el mes de junio el Tribunal Supremo de los Estados Unidos dará un gran paso jurídico en pro de la equidad pero todavía falta mucho por caminar y se debe comenzar desde adentro de la misma comunidad LGBTTQ. Síguenos en twitter@abimaelacosta y en facebook @abimaelacostawriter

¡QUE SE RETIRE!

¡Ya está vieja, que se retire!  Esta frase la vi repetirse en las redes sociales con el regreso a la música de una famosa cantante puertorriqueña luego de un breve retiro provocado por una tragedia personal.   ¿Acaso la edad inhabilita a una persona a ejercer la profesión que le apasiona y a la que ha dedicado la mayor parte de su vida?  Lo curioso del caso es que la susodicha cantante ni siquiera ha cumplido  60 años y en Puerto Rico la expectativa de vida es de 84 años.  ¿Qué debe hacer durante sus próximos 24 años de vida una persona que tiene 60; sentarse a esperar que la muerte toque a su puerta?

La actriz puertorriqueña  Ivonne Coll vio llegar a los 67 años la oportunidad más importante de su carrera; un rol protagónico en la comedia televisiva Jane The Virgin.  Rita Moreno con 83 años acaba de grabar su primer disco en español de la mano de Emilio Estefan. Tommy Muñiz tenía  67  cuando protagonizó Lo que le pasó a Santiago, película nominada a los premios Oscar.  Christopher Plummer gana su primer Oscar como actor con 81 años y Hillary Clinton probablemente sea la primera presidenta de los Estados Unidos a los 69 años.  ¿Hubiesen ellos alcanzado esos logros si hubiesen prestado atención a la frase: “Ya está vieja, que se retire”?  No, y definitivamente tampoco lo lograrán todos aquellos que permitan que palabras como estas afecten su actitud ante la vida.

Nuestra sociedad se indigna ante la homofobia y el racismo, pero se hace de la vista larga ante el discrimen por edad.  Irónicamente defendemos la conservación del ambiente y  los derechos de los  animales pero le decimos “vieja y momia” a una actriz, a una cantante o una periodista si pasa de los 40 años.  Los seres humanos y sus ejecutorias profesionales deben ser juzgados por la calidad de su trabajo y no por la fecha de su certificado de nacimiento.  La juventud es una etapa maravillosa pero todos debemos entender  que esta fase es pasajera y que si no queríamos llegar a la edad madura la única opción que teníamos era no haber nacido porque desde ese día comenzamos a envejecer.  Es loable proteger el ambiente, es admirable luchar por la equidad, pero te invito a que reflexiones sobre tu actitud ante la vejez.   Como diría Mahatma Gandhi; “Nadie puede hacer el bien en un espacio de su vida, mientras hace daño en otro. La vida es un todo indivisible.”

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“DON’T CALL ME AGAPITO, CALL ME AGAPIT”

Esta semana la foto de la portada de la Revista Vanity Fair con la imagen de Caitlyn Jenner acaparó la atención mundial  y Puerto Rico no fue la excepción.  A tan solo horas de haberse hecho pública en las redes sociales  la famosa foto de la otrora medallista olímpica, ya en nuestra isla circulaba un meme donde se había sustituido el rostro de Jenner por la cara del gobernador Alejandro García Padilla. La curiosidad me llevó a buscar en el internet los memes que existían sobre el Gobernador y para mi sorpresa eran cientos, y  en estos se ridiculizaba la figura del Primer Mandatario.  Uno de los aspectos que más ha llamado mi atención del híbrido meme de Caitlyn y el Gobernador de la isla es que este ha sido compartido por infinidad de personas que a la misma vez han celebrado y alabado la transición de la famosa figura de los “reality shows”estadounidenses.  ¿Es compatible celebrar la decisión de Caitlyn y a la misma vez utilizar su foto como recurso para burlarse del Gobernador?  ¿Cómo podemos decir que apoyamos y respetamos la equidad y a la misma vez utilizar la foto de una persona perteneciente a la comunidad LGBTTQ  para hacer mofa de otra?

La transexualidad es un tema del cual hay mucho desconocimiento  y esto  provoca que se simplifique el proceso de transición que vive una mujer o un hombre transexual y se encasille en las clasificaciones que cada cual quiera otorgarle basado en su ignorancia del asunto.  Mientras algunos optaban por usar la imagen de Caitlyn para “desquitarse” del Gobernador mediante la burla, otros optaron por enfocar su atención en la belleza de la señora Jenner.  Ni la burla ni el elogio a sus cualidades físicas ayudan a cambiar la terrible realidad que viven los y las transexuales en nuestra isla que es cuan vulnerables son a la violencia y los crímenes de odio y la invisibilidad en la sociedad a la que pertenecen.   En los pasados años varias mujeres transexuales en Puerto Rico perdieron  la vida víctimas de crímenes de odio.  Ojalá y la exposición que ha tenido la transición de Jenner sirva para que la transexualidad deje de ser invisible en nuestra sociedad, nos eduquemos al respecto  y entendamos  que ni la adulación ni la burla aportan a que mejore la calidad de vida de estos seres humanos, si no que hace el terreno más fértil para la invisibilidad y la violencia que viven los y las transgéneros en nuestra patria.

ANIMAL LOVERS?

Una mujer en San Lorezo apuñala salvajemente a un perro «pitbull» que estaba sin dueño y abandonado en ese vecindario.  Este suceso ha provocado la indignación de miles de personas a través de las redes sociales.  ¿Cuántos aceptan la invitación a mirar más de cerca este asunto?  La veterinaria que atendió al animal dice que aparte de las heridas que el perro recibió como resultado del ataque, el can presentaba señales de malnutrición, parásitos y anemia. Este perro es uno que estaba realengo y probablemente había sido abandonado en ese vecindario.  En el caso de la mujer, es una mujer con problemas de salud mental y peor aún, tenía a su cargo tres hijos menores de edad los cuales vivían con ella. Todos nos indignamos ante las imágenes de la mujer apuñalando el perro, de eso no hay duda, pero los invito a que de la misma manera nos indignemos ante tanto perro abandonado en la calle, los invito a que nos indignemos ante mujeres solteras enfermas mentalmente que crian sus hijos y ni la comunidad ni el estado les brinda ayuda.  Hoy esa comunidad en San Lorenzo (y el resto del país) se indignan por esta mujer que apuñaló sin piedad al perro.  ¿Dónde estaba esa comunidad (y el resto del país) cuando veían el perro realengo?  ¿Dónde estaba la comunidad (y el resto del país) cuando veían a «la loca» (como muchos vecinos la llamaron en las noticias) criando tres niños sola a sabiendas de todos ellos de que estaba enferma mentalmente?  Esas preguntas tenemos que hacérnoslas, tenemos que tratar de buscar sus contestaciones.  Si reflexionamos sobre estas cosas de seguro nos haremos menos de la vista larga cuando un animal es abandonado en la calle, cuando una persona tiene problemas de salud mental, y cuando vemos madres o padres enfermos mentalmente criando niños.  Las redes sociales sirven para mostrar nuestra indignación, y llamarle de mil maneras y con mil obscenidades a la mujer, pero también pueden servir para que reflexionemos como puedo yo evitar que cosas tan terribles como estas sucedan.  Espero que el caso de esta mujer no sirva solamente para ser una moda en las redes sociales que «nos ayuda» a demostrar cuan «piadosos» somos ante los animales, si no que reflexionemos sobre las razones por las que se dan situaciones como estas y no nos hagamos de la vista larga cuando vemos señales de alarma.