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Hombre, heterosexual, educado, cisgénero, clase media hacia arriba, y blanco, o al menos parecerlo. En otros tiempos tener todas esas características podían llevarte a tener una vida más tranquila, con menos problemas y quizás hasta feliz. Hoy esas mismas características quizás podrían llevar a un hombre a tener una vida un poco más complicada que la de los hombres iguales a ellos en el pasado. Nuestra sociedad ha ido cambiando con el tiempo, y muchos de los que no tienen ninguna o solo algunas de esas características que ya mencioné están dispuestos a luchar por tener las mismas oportunidades, los mismos derechos y el mismo respeto que tiene un hombre heterosexual, cisgénero, educado, de clase media alta hacia arriba y blanco, o que al menos lo parezca. Este cambio presenta un reto para el hombre de hoy en día que no tenía que enfrentarse a esto en el pasado porque en el pasado el que no cumpliera con esos requisitos (o alguno de ellos) por miedo no se molestaba en reclamar equidad . Un hombre no sabe lo que es que se le diga que no puede ejercer o tener x o y ocupación porque es hombre y ya por eso no tiene la capacidad de hacerlo. Un hombre heterosexual no sabe lo que es que se le diga que no hable de su relación amorosa, porque eso es su intimidad y que a nadie le interesa. Un hombre educado no sabe lo que es ni siquiera poder competir para un empleo y aspirar a mejores condiciones de vida porque no existe un papel que le garantice el acceso a esa entrevista de trabajo. Un hombre de clase media hacia arriba no sabe lo que es decidir si estudiar o trabajar para poder mantenerse o mantener a su familia. Un hombre blanco no sabe lo que es que por el color de su piel se le mire de manera sospechosa cuando entra a una tienda o que pueda ser considerado como «sospechoso de algo» y ser intervenido por la policía por que su piel no es lo suficientemente clara.
Muchos hombres se preguntan por qué no existe un Día del Hombre. Quizás esos hombres no entiendan porque no lo viven, que el Día de la Mujer lo que busca es reconocer la lucha de las mujeres por la equidad de derechos, de igualdad en las condiciones de trabajo y para recordar la muerte de más de 140 mujeres trabajadoras en un trágico incendio en una fábrica en Nueva York en 1911. Otros hombres y mujeres heterosexuales se preguntan por qué no existe un día de Orgullo Heterosexual porque quizás desconocen que el Día de Orgullo Gay se celebra en reconocimiento a las luchas de Stonewall en Nueva York. Quizás a los heterosexuales se les haga difícil entender porque no han vivido el hostigamiento de la policía en sus lugares de entretenimiento por el hecho de ser heterosexuales. Quizás a un hombre o una mujer blanca se le hace difícil entender porque exista un movimiento llamado Black Lives Matter, y algunos han reclamado el «All Lives Matter», «Blue Lives Matter» y no faltará el que pida un «White Lives Matter», cuando en nuestra sociedad la policía no interviene de la misma manera y con la misma frecuencia con una persona por considerarla «sospechosa» por el mero hecho de tener la piel blanca. Hay otros que no entienden que haya una bandera gay y hasta se preguntan por qué no hay una bandera heterosexual porque quizás no han podido crear conciencia que las banderas son símbolos de naciones o de sociedades y que estas se le otorgan significados partiendo de quienes pertenecen a esa mayoría que establece esa bandera y de los que las oficializan. La bandera de Estados Unidos por ejemplo en el 1782 se dijo que «el color blanco simboliza su color de piel e inocencia, el rojo, sangre y valor y el azul, el cielo, perseverancia y justicia.» Creo que no es necesario explicar que de los símbolos de esta bandera se deduce claramente que se excluía a los indígenas, a los negros, a las mujeres, y solo representaba a los hombres que en aquel momento se les reconocía como ciudadanos con todos los derechos.
Hoy tanto en Los Estados Unidos de América como en Puerto Rico se dieron cambios políticos que ponen en peligro todos los logros adquiridos por las minorías como las mujeres, las personas de color, los inmigrantes, la comunidad LGBTT y las religiones no cristianas. Este es un momento en que estos grupos tienen que luchar mucho más por la visibilidad, por los derechos adquiridos, y no tiene que ser visto como búsqueda de división, si no como reafirmación de lo conseguido y una señal clara de que no estamos dispuestos a dejar que se nos arrebate lo logrado hasta el momento. Si se te hace difícil entender estas luchas desde la comodidad de tu «privilegio blanco», «privilegio de hombre», «privilegio de heterosexual», «privilegio de clase económica», «privilegio cristiano», te pido que analices un momento que pasaría si no fueras lo que eres y fueras mujer, negro, pobre, no educado, no cristiano, o de la comunidad LGBTT. Quizás esto te ayudaría a entender la lucha de los grupos marginados, y te facilitaría ponerte en el lugar de ellos en un momento tan importante de la historia para defender lo que tanto sufrimiento, sangre y esfuerzo ha costado. Puedo comprender que se te haga difícil entender lo que no vives en carne propia, lo que no puedo entender, ni voy a aceptar es que quieras minimizar e invalidar las luchas de los que no tienen tus privilegios. Disfruta tus privilegios mientras los tengas, pero no pretendas que creamos que todos tenemos los mismos privilegios que tú tienes. A los que no los tenemos nos queda mucho camino por recorrer y mucha lucha que llevar. Cuando todos seamos iguales, y no existan privilegios, entonces, ya no nos escucharás mas hacer valer nuestra voz y nuestros derechos.